Además de la invitación del “Amo” Torres, Miguel Hidalgo tenía diversas razones para instalarse en Guadalajara, ciudad en la que estuvo alrededor de 50 días.
Por su sagacidad y astucia, a Miguel Hidalgo lo llamaron “El zorro” durante su formación en el Colegio de San Nicolás, donde destacó en los estudios de filosofía y teología.