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La Secretaría de Cultura de Jalisco reportó un balance positivo tras cerrar su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025, donde su stand se consolidó como un punto de encuentro cultural gracias a una agenda amplia y diversa.
En total, el espacio albergó 92 actividades, de las cuales 45 fueron organizadas directamente por la dependencia y 47 por diversas áreas del Gobierno del Estado. Esta colaboración convirtió al stand en uno de los más activos de la feria, articulando iniciativas de divulgación cultural, atención comunitaria y diálogo institucional.
Entre las dependencias participantes destacaron el DIF Jalisco, el Instituto Jalisciense de Salud Mental y Adicciones, la Secretaría de Educación, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Dirección de Diversidad Sexual, la Agencia de Conectividad, así como Protección Civil, Juventudes, Policía Estatal de Caminos y otras instancias estatales. La multiplicidad de voces permitió ampliar el alcance temático y social del espacio.
Más de 2 mil 500 asistentes participaron en conferencias y presentaciones editoriales, con jornadas en las que el público incluso ocupó los pasillos para seguir las actividades. Entre los eventos con mayor convocatoria destacaron la presentación de “Los Jardines Ajenos”, de Baudelio Lara; el conversatorio sobre Juan Rulfo; la revista Ensayo Soflama; el cómic Gente de a Pie; el libro “La Pantalla Grande”; el Catálogo de objetos sonoros de barro del maestro Ángel Santos; el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez y la presentación de “Por amor”, de Marco Antonio Muñiz, que reunió a su familia y a un público entusiasta.
Un rasgo central del balance fue la apertura del stand a editoriales independientes y proyectos emergentes, principalmente de Jalisco. También se dio espacio a editoriales jóvenes de Zapotlán, iniciativas de San Gabriel y Puerto Vallarta, permitiendo que autoras, autores y editores sin recursos para costear un stand tuvieran un escaparate para acercarse a nuevos lectores.
La vocación colaborativa trascendió fronteras estatales y nacionales. El stand recibió actividades de Lapicero Rojo (Tijuana), acogió la entrega del Premio Dolores Castro (Aguascalientes), albergó proyectos de Puebla y sumó la participación de escritores canarios de España. Además, se presentó un proyecto editorial de Medellín, Colombia, con el que se ha fortalecido un intercambio surgido de encuentros literarios recientes.
La Secretaría de Cultura subrayó que la función de su stand es visibilizar los proyectos que impulsa, al tiempo que mantiene sus puertas abiertas a nuevas voces, editoriales independientes, municipios y entidades culturales nacionales e internacionales. La dependencia calificó esta edición de la FIL como un ejercicio que reafirma su compromiso con la circulación de ideas, la diversidad literaria y la colaboración cultural.





