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El cantautor catalán Joan Manuel Serrat sumó este fin de semana un nuevo capítulo a su vínculo con la ciudad: recibió las Llaves de Guadalajara y fue nombrado Huésped Distinguido, en un acto donde la solemnidad se mezcló con el afecto de un público que lo considera suyo desde hace décadas.
La presidenta municipal, Verónica Delgadillo, encabezó la ceremonia de entrega de las llaves de la que dijo es “una declaración profunda” más que un gesto protocolario, un tributo para quienes “transforman vidas” a través de su obra. “Bienvenido, maestro, a esta tu casa y tu tierra”, pronunció ante aplausos.
“MÉXICO ME ABRIÓ LAS PUERTAS CUANDO NO PODÍA REGRESAR A CASA”
Fiel a su estilo, Serrat convirtió los homenajes en una oportunidad para reflexionar. Recordó cuando en 1970, por razones políticas, México le abrió las puertas: “Esta tierra, siempre generosa conmigo, me invitó a pasar”, dijo.
Al recibir las Llaves de la Ciudad, Serrat respondió con una gratitud serena, asegurando que el gesto es “un eslabón más de esta maravillosa cadena” que lo une desde hace tantos años con México.
Calificó la llave como un símbolo de “tiempo, amor, relación y sueños”, un testimonio de los momentos luminosos y los difíciles que acompañan a la vida.
La ciudad lo homenajeó. Él, en respuesta, volvió a recordarle a Guadalajara, y a México, por qué tanta gente lo considera parte de su historia emocional: su música no solo acompaña, también interpela.
Un reconocimiento para celebrar la trayectoria de un artista, sí, pero también para abrir puertas a un país que Serrat imagina más lector, más justo y más en paz.
MÁS HOMENAJES
El reconocimiento municipal llegó un día después de que la Universidad de Guadalajara otorgara a Serrat el Doctorado Honoris Causa, su máxima distinción académica. La rectora Karla Planter Pérez destacó la “invaluable contribución al patrimonio cultural iberoamericano” del artista, así como su defensa de la libertad, la justicia social y la diversidad lingüística.
El Paraninfo Enrique Díaz de León vibró con la presencia del cantautor, descrito ahí como “español de nacimiento pero mexicano de corazón”.
En paralelo, el jueves tuvo un encuentro multitudinario con mil jóvenes en el auditorio Juan Rulfo de la FIL, donde conversó sobre música, literatura y memoria generacional.





