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Quitupan, Jalisco, uno de los municipios más representativos de la Región Sureste, reafirma su identidad como tierra de tradición agropecuaria y artesanal gracias a dos de sus productos emblemáticos: el Queso Cotija y el mezcal de olla, también llamado Quitupan.
A menos de tres horas de Guadalajara, el municipio se distingue por sus zonas boscosas de pino y encino, así como por su biodiversidad, donde habitan venados, conejos, liebres y halcones. Quitupan es, además, uno de los territorios oficialmente incluidos en la Región de Origen del Queso Cotija, que promueve la consolidación de una Denominación de Origen para proteger la autenticidad del producto.
Una de las variedades de este queso, elaborada en la comunidad de La Troje, obtuvo recientemente un premio internacional en Italia, destacando su sabor y calidad tradicional.
“Está elaborado en el municipio de Quitupán, en una localidad que se llama La Troje… está riquísimo. Este producto se elabora solamente en julio, agosto y septiembre, cuando las vacas comen puro pasto y nuestro queso tiene su mejor sabor”, explicó Mayra Álvarez, directora de Fomento Agropecuario Municipal.
TRADICIÓN MEZCALERA DE MÁS DE 500 AÑOS
Quitupan también preserva una profunda tradición en la producción de destilados de agave. Su mezcal de olla, de elaboración totalmente artesanal, mantiene procesos ancestrales: la cocción de las piñas en hornos cónicos cavados en la tierra, fermentación natural en tinas de madera y técnicas heredadas por generaciones.
Las comunidades de Las Agujas, El Palodulzal, El Rodeo y El Chamacuero integran los principales enclaves donde este mezcal se produce de forma familiar.
“Es una tradición de familias… estas cuatro comunidades elaboran mezcal por herencia, de familia en familia”, señaló Fernando Santillán Ochoa, director de Turismo Municipal.
Con un nombre de origen náhuatl que significa “lugar donde se hicieron declaraciones o tratados”, Quitupan forma parte de los enclaves mezcaleros de la Sierra del Tigre, donde la producción del mezcal es considerada un patrimonio biocultural de más de cinco siglos.
Quitupan se consolida así como un destino clave para quienes buscan autenticidad, tradiciones vivas y sabores que cuentan historias.
