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En el programa Todxs Tenemos Una Opinión (TTUO) de Jalisco Noticias, la conductora Anna Monterrubio conversó con los coproductores Jonathan Guzmán y Héctor Fausto, socios fundadores de Polar Studio, para desglosar el fenómeno cultural que representa Soy Frankelda.
La película, dirigida por los hermanos Arturo y Roy Ambriz (Cinema Fantasma), marca un hito al ser el primer largometraje mexicano realizado íntegramente en la técnica de stop motion. La discusión se centró en los desafíos técnicos y la urgencia de respaldo del público en su fin de semana de estreno en salas comerciales.

Tres años de producción y el desafío del “monstruo” visual
El desarrollo del filme, una fábula familiar que entrelaza la ficción y la realidad a través de su heroína, la escritora Frankelda, tomó cerca de tres años desde los primeros tratamientos de guion y maquetas. Polar Studio, con más de 20 años de experiencia en la posproducción de efectos visuales (VFX), se involucró en el proyecto para afrontar la inmensa complejidad de este formato.
Héctor Fausto, supervisor de VFX de Polar Studio, señaló que el mayor reto fue la “ambición de la producción”, dado el gran tamaño de las escenografías y el frecuente movimiento de cámara, lo que multiplica el esfuerzo de la limpieza digital. En stop motion, el proceso es un arte meticuloso y artesanal. Jonathan Guzmán ilustró la escala del trabajo:
“Pero en el stop motion o sea tú tienes que tomar la marioneta o el personaje, lo mueves un cuadro y sacas una fotografía, lo mueves otro cuadro sacas otro, o sea para hacer una sonrisa de un personaje que serán unos 8 o 12 frames tienes que mover 12 veces la boquita.”
La película, descrita como un “monstruo” en términos de volumen de trabajo (con 23 unidades de producción involucradas), también incorporó tecnología de punta. Fausto detalló que se usaron herramientas de Inteligencia Artificial para generar pases de profundidad en la posproducción, facilitando la composición de elementos digitales como humo y fuego sobre los escenarios físicos, lo que “simplificó” procesos que de otra forma hubieran requerido un rotoscopiado manual “que tardaría mucho más”.

Un hito apoyado por Guillermo del Toro y Filma Jalisco
La relevancia del proyecto no solo es técnica, sino institucional y cultural. Soy Frankelda contó con el apoyo del reconocido director Guillermo del Toro, quien ha respaldado a los hermanos Ambriz desde el inicio y realizó observaciones para la versión final de la cinta tras su estreno en la gala del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
Además, la materialización del filme fue posible gracias al apoyo público. Guzmán destacó que la postproducción se pudo realizar “en gran medida por Filma Jalisco” a través de su programa de Cash Rebate en 2023, asegurando la participación de talento local en una obra histórica. La distribución, a cargo de Cinépolis Distribución, ha permitido que la película llegue a salas comerciales, impulsando incluso la creación de merchandising (vasos y paletas) que ha generado un “boom” de agotados entre los fans.

El ultimátum de la taquilla
El impacto de Soy Frankelda es un reflejo de la lucha de la industria mexicana por hacerse un espacio frente a las grandes producciones de Hollywood. El programa concluyó con un enérgico llamado a la acción. Jonathan Guzmán enfatizó la “corresponsabilidad” de la audiencia para revertir la tradición de “yugo cultural” y sentar las bases de una industria nacional sostenible.
“Si una película mexicana me da el mismo volumen de taquilla que una película extranjera, pues entonces voy a programar más películas mexicanas y esto no lo vamos a lograr sin ayuda de la audiencia.”
Conclusión y Relevancia:
Soy Frankelda no es solo una película; es un experimento cultural y económico. Su éxito en taquilla durante su fin de semana de estreno será la prueba de fuego que determine si el esfuerzo de cientos de artistas, técnicos e inversionistas mexicanos puede traducirse en una industria de animación stop motion viable y próspera en el país.
El programa TTUO subraya la implicación: el futuro de los creativos mexicanos, y la posibilidad de contar más historias propias, depende de la voluntad de la audiencia de comprar un boleto. La pregunta sigue abierta: ¿Está el público mexicano listo para consolidar un nuevo pilar de su cine, o permitirá que este “monstruo” de producción se quede sin el respaldo necesario?
El programa completo está disponible en el canal de Jalisco Noticias.
