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Con la mira puesta en enfrentar los retos urbanos de la próxima década, especialmente el acceso a vivienda digna, el Gobierno de Jalisco y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) fortalecieron su agenda de cooperación técnica y política durante un encuentro encabezado por el gobernador Pablo Lemus Navarro.
La reunión, realizada como parte del cierre del proyecto Metro Resilience Guadalajara, financiado por la Unión Europea, permitió revisar avances en materia de resiliencia urbana y explorar nuevas líneas de colaboración en ordenamiento territorial, sostenibilidad e innovación metropolitana.
Modelos internacionales para nueva vivienda en Jalisco
Lemus destacó la necesidad de adoptar esquemas que han demostrado resultados efectivos en otras ciudades del mundo. Subrayó particularmente el modelo de Barcelona, que combina aportación de tierra pública y financiamiento regional para la construcción de vivienda económica de alta calidad.
“Tenemos que ver la forma de crear un modelo público–privado, como el que tiene Barcelona, desde el Estado, para la generación de vivienda (…) aportación de tierra con recurso público para generar vivienda económica y extraordinariamente digna”, señaló el mandatario.
El gobernador advirtió que fenómenos como la gentrificación representan un desafío compartido entre Barcelona y la Zona Metropolitana de Guadalajara, y recalcó que la vivienda social históricamente se ha relegado a zonas alejadas, lo que merma la calidad de vida. El AMB, dijo, demuestra que es posible edificar desarrollos bien ubicados y con servicios si existe una participación decidida del Estado.
La cooperación entre el AMB y el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) se ha consolidado desde hace cuatro años a través de proyectos de economía circular, gestión de residuos y resiliencia urbana. Patricia Martínez, titular del Imeplan, confirmó que una nueva adenda extenderá la alianza hasta 2029, sumando a la vivienda como eje prioritario.
“El AMB tiene una política pública que ha permitido atender de manera innovadora, eficiente y digna el servicio de la vivienda”, afirmó.
Durante este periodo, la colaboración ha permitido la instalación de diez Puntos Verdes Metropolitanos, la creación de la Estrategia de Resiliencia Metropolitana, la Guía de Gobernanza y Resiliencia 2024 y la institucionalización de la convocatoria Mujeres en Resiliencia.
Barcelona presenta su modelo de vivienda pública
La delegación catalana fue encabezada por Jordi Castellana i Gamisans, vicepresidente del Área Internacional y Metrópolis Digital del AMB, quien expuso la política metropolitana de vivienda vigente en una región de 36 municipios, considerada la octava metrópoli más poblada de Europa.
El modelo de Barcelona contempla:
- Producción de vivienda pública asequible
- Regeneración de zonas urbanas deterioradas
- 13 edificios de vivienda pública ya promovidos
- Más de 4,500 nuevas viviendas asequibles proyectadas
- Ocho áreas de rehabilitación activadas
- Estrategias frente al calor extremo y la presión urbana
Castellana resaltó la importancia de contar con un organismo metropolitano que apoye a municipios con limitada capacidad técnica para desarrollar política habitacional propia. Celebró además que la colaboración sea “bidireccional”, pues Barcelona también ha aprendido de los avances tapatíos en resiliencia urbana.
IJALVI y Guadalajara presentan sus estrategias
El Instituto Jalisciense de Vivienda (IJALVI) expuso sus líneas de acción para generar vivienda adecuada y revitalizar zonas habitacionales mediante el Desarrollo Orientado al Transporte (DOT) y la expansión del transporte masivo con las Líneas 4 y 5. La estrategia busca detonar vivienda asequible en municipios con buena conectividad, como El Arenal, Acatic y Autlán de Navarro.
El Gobierno de Guadalajara presentó su política “Vivienda para Vivir Bien”, que incluye acciones de regeneración urbana, incentivos a desarrolladores, programas de vivienda en renta y proyectos como Hogares que Crecen, Hogares con Corazón y Rehabitar el Centro.
El encuentro reafirmó el interés de ambas metrópolis por avanzar en políticas de vivienda integral, resiliencia y buena gobernanza urbana. La cooperación se mantendrá vigente durante los próximos cuatro años, con el objetivo de enfrentar desafíos comunes como el acceso equitativo al suelo, la presión urbana y la adaptación al cambio climático.

