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El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), junto con la señora Natividad Guerrero y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reconocieron el acto de responsabilidad institucional y la primera disculpa pública ofrecida por el Gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, en el caso de las desapariciones de personas. Este acto histórico subrayó la necesidad de justicia integral y la no repetición de los hechos.
La disculpa, dirigida a la familia de Dalia Guerrero, hija de Natividad, y a las familias de Luis Ramón, Bernardo y otros desaparecidos, fue calificada por el CEPAD como un paso significativo. Sin embargo, el organismo enfatizó que debe ser el inicio de un compromiso sincero y duradero, que se traduzca en acciones concretas. Anna Karolina Chimiak, directora del CEPAD, advirtió que estas medidas no deben ser acciones aisladas, sino un reflejo de un compromiso constante y profundo con los derechos de las víctimas.
El acto de reconocimiento público se realizó tras el señalamiento de revictimización por parte de la Fiscalía del Estado de Jalisco y su omisión en la investigación de las desapariciones, que llevan más de 15 años sin resolverse. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 167/2023, que estableció la responsabilidad institucional en el caso.
Durante el evento, Natividad Guerrero, en representación de las familias, señaló que la disculpa es un “punto final para reafirmar nuestro compromiso con los colectivos“, pero también un punto de partida para que las palabras se conviertan en hechos. Asimismo, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos reconoció este acto como un paso crucial para el reconocimiento de la dignidad de las víctimas y sus familias.
El CEPAD y los familiares de los desaparecidos reiteraron su llamado a las autoridades para que fortalezcan el marco institucional, asignen presupuestos adecuados para la búsqueda y garanticen los derechos de las víctimas, asegurando que el dolor causado por las omisiones institucionales no se repita. La lucha de Natividad Guerrero, su familia y miles de familias en Jalisco, continúa en la búsqueda de verdad, justicia y reparación.