Share This Article
En el marco del reforzamiento del programa Salvando Vidas durante el periodo vacacional de invierno, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) impartió el curso “Uso y Manejo del Alcoholímetro” a personal de la Comisaría Vial del Estado, con el objetivo de actualizar y estandarizar criterios en la aplicación de este dispositivo.
La capacitación busca asegurar el cumplimiento de la normatividad vigente, mejorar la eficacia operativa y fortalecer la prestación de un servicio profesional, transparente y confiable a la ciudadanía, especialmente en una temporada de alto riesgo por el consumo de alcohol.
El curso se desarrolló mediante la colaboración entre la Coordinación General Estratégica de Seguridad del Estado de Jalisco y el IJCF, como parte de los programas permanentes de formación y actualización de las corporaciones de seguridad.
En total, 90 mujeres y hombres policías viales, adscritos al programa Salvando Vidas, participaron en la capacitación, que abordó aspectos técnicos, científicos y normativos relacionados con la alcoholimetría.
A través del área de Medicina Legal del IJCF, se compartieron conocimientos sobre tipos de drogas, así como los efectos y síntomas del alcohol en el organismo humano y su impacto en la seguridad vial y social.
Por su parte, el Laboratorio de Química desarrolló temas vinculados al marco normativo, los procedimientos operativos y protocolos, el manejo, interpretación y mantenimiento del alcoholímetro, además de la calibración, certificación del dispositivo, y el adecuado registro, documentación y cadena de custodia.
Uno de los ejes centrales de la capacitación fue la desmitificación de creencias populares relacionadas con el consumo de alcohol. Mediante ejercicios prácticos, se demostró de forma científica que elementos como dulces de cacahuate, agua, menta o papel estraza no reducen los niveles de alcohol en la espiración, como suele creerse.
Con esta actualización, el IJCF y las autoridades de seguridad vial fortalecen la prevención de accidentes, garantizan la correcta aplicación del alcoholímetro y contribuyen a generar mayor confianza ciudadana, al asegurar que los operativos se realicen bajo criterios técnicos, legales y verificables.




