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En un esfuerzo por dignificar la vida de las mujeres privadas de la libertad y ofrecerles herramientas para una reinserción social efectiva, el Gobierno de Jalisco, a través del DIF estatal, puso en marcha dos talleres autosustentables en el Reclusorio Femenil de Zapotlán el Grande: uno de cultivo hidropónico y otro de producción avícola.
La iniciativa, que busca ampliar las oportunidades laborales y formativas dentro del penal, es producto de la colaboración entre la Secretaría de Seguridad, la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social (INJALRESO), el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande y la Coparmex Sur.
“Hoy no venimos solo a inaugurar talleres, venimos a sembrar esperanza”, expresó Maye Villa de Lemus, presidenta del DIF Jalisco, durante la presentación del proyecto. “Estos espacios representan una promesa viva de que la vida no se detiene y siempre es posible volver a empezar”.
Los talleres permitirán producir hasta mil 200 lechugas cada tres o cuatro semanas, así como una granja con cuatro mil gallinas ponedoras que generarán aproximadamente el mismo número de huevos al día. En una segunda etapa, se prevé abrir un taller para elaborar jericallas, aprovechando la materia prima generada por las propias internas.
Actualmente, 15 mujeres trabajan en el taller de costura del centro penitenciario; con la apertura de estos nuevos espacios se sumarán 21 internas más, lo que representa un incremento del 150 por ciento en la capacidad laboral del penal.
“Gracias por su valentía, por su apertura, por enseñarnos que la resiliencia también tiene rostro de mujer”, agregó Villa de Lemus ante las internas, a quienes aseguró que el DIF Jalisco seguirá caminando con ellas durante su proceso de reinserción.
Mauricio Melendrez Aldrete, director de INJALRESO, enfatizó que el objetivo del gobierno estatal es transformar los centros penitenciarios en espacios de rehabilitación productiva. “Queremos industrializar los penales y ser ejemplo nacional en la creación de empleos dentro de estos centros”, dijo.
Actualmente, el Reclusorio Femenil de Zapotlán el Grande alberga a 780 personas privadas de la libertad, de las cuales 79 son mujeres. Para muchas de ellas, estos programas representan un nuevo comienzo.
“Yo sé que todas hemos cometido una falta, pero estamos dispuestas a remediarlo. Gracias por darnos la oportunidad de hacerlo”, expresó una interna en representación de sus compañeras.
Durante el evento también estuvieron presentes autoridades estatales y municipales, como Magali Casillas Contreras, alcaldesa de Zapotlán el Grande, quien destacó la importancia de ver estos talleres no solo como capacitaciones técnicas, sino como verdaderas oportunidades para reconstruir vidas y el tejido social.
El Gobierno de Jalisco reafirma así su apuesta por un modelo penitenciario que va más allá del castigo: uno que cultiva segundas oportunidades.

















