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La FIL Guadalajara 2025 vivió esta tarde uno de sus momentos más esperados con la conferencia del actor y activista estadounidense Richard Gere, quien llenó el Auditorio Juan Rulfo y obligó a habilitar pantallas en el Foro FIL ante la enorme expectativa que generó su presencia. Su charla, titulada “Compasión en acción: una custodia compartida del planeta que deja que la naturaleza y la comunidad nos muestren el camino”, fue una invitación directa a replantear la relación humana con el entorno y a colocar la empatía como herramienta central para enfrentar las crisis globales.
Gere, conocido mundialmente por filmes como Mujer bonita, American Gigolo y Días de gloria, se presentó como algo más que una estrella de cine: como un referente del activismo ambiental, humanitario y comunitario. La FIL, consolidada como un espacio donde la cultura dialoga con los desafíos actuales, apostó de nuevo por una figura internacional para provocar reflexiones profundas entre el público tapatío.
Durante su intervención, el actor abordó la urgencia de redefinir nuestro vínculo con la naturaleza, el rol de la empatía como pilar social, la fuerza organizativa de las comunidades y su propia trayectoria como activista internacional. Subrayó que los cambios ambientales no pueden entenderse sin una transformación interior y colectiva.
Gere profundizó en la idea de que la espiritualidad y la sostenibilidad no son caminos separados, sino vías complementarias para construir soluciones de largo plazo. Para Gere, actuar en defensa de la Tierra empieza por reconocer la interdependencia que existe entre todas las formas de vida.
En una de las reflexiones más destacadas de la tarde, el actor afirmó:
“Desde ciertos puntos de vista, el físico, el cuántico o el budista, no existe una separación real. Esa separación es sólo una ilusión. Si logramos atravesarla y sentir que somos historias coexistiendo, entrelazadas unas con otras, entonces todo cambia radicalmente”.
Su mensaje, cálido y directo, buscó conectar con públicos de todas las edades y motivarlos a asumir una responsabilidad compartida: escuchar a la naturaleza, fortalecer las redes comunitarias y actuar desde la compasión.





