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Autoridades y especialistas alertaron sobre el creciente uso del trashing, una técnica delictiva mediante la cual delincuentes revisan la basura para obtener información personal y cometer estafas. La práctica, también conocida como dumpster diving, consiste en buscar recibos, facturas y documentos que las personas desechan sin destruir, con el fin de obtener datos valiosos.
César Hernández Reynoso, director de Transformación Digital de la Universidad Panamericana, explicó que la información contenida en empaques y comprobantes puede representar un riesgo serio.
“Recibimos, abrimos una caja y la tiramos… pero los datos personales que pueden estar en esa información son muy sensibles y nos ponen en riesgo de vulnerabilidad”, indicó.
Aunque muchos creen que los recibos de compra no contienen información importante, estos pueden revelar métodos de pago, últimos dígitos de tarjetas o datos que facilitan la suplantación de identidad. Con esa información, un estafador puede hacerse pasar por una institución financiera y resultar convincente al contar con detalles específicos del usuario.
Hernández Reynoso advirtió que los riesgos pueden escalar:
“Alguien podría tomar esta información, robar identidad, solicitar un préstamo o hacer compras a nuestro nombre… y aquí es donde se hace grave y complicado”, señaló.
Los especialistas recomiendan romper o triturar documentos antes de desecharlos, evitar dejar papeles con datos visibles en la basura, no compartir fotografías de recibos en redes sociales, optar por comprobantes digitales y revisar periódicamente los estados de cuenta para detectar movimientos sospechosos.
Con información de Juan Carlos Huerta
