Share This Article
Bruselas, Bélgica
Nacido en el seno de una familia de refugiados palestinos con escasa formación académica, el Premio Nobel de Química 2025, Omar M. Yaghi, celebró este miércoles el poder de la ciencia como fuerza capaz de reducir las desigualdades, durante una conferencia de prensa en Bruselas.
El químico jordano-estadounidense, nacido en Amán en 1965, fue galardonado junto con el japonés Susumu Kitagawa y el británico Richard Robson, por el desarrollo de las estructuras metalorgánicas (MOF), que tienen numerosas aplicaciones prácticas, como recuperar agua del aire, capturar dióxido de carbono o almacenar gases tóxicos.
Al hablar de su vida, Yaghi recordó: “Crecí en una casa muy modesta; éramos como una decena en un pequeño cuarto que compartíamos con el ganado que criábamos”, dijo con emoción. Su hogar no tenía ni electricidad ni agua corriente, y su madre no sabía leer ni escribir.
A los 15 años, el joven Yaghi emigró hacia Estados Unidos, siguiendo el consejo de su padre. Desde entonces, su carrera científica ha estado marcada por la resiliencia y el mérito académico.
Durante su discurso en Bruselas, subrayó: “La ciencia es una joya de nuestro país. No podemos permitirnos dejarla caer”, en referencia a los recortes presupuestarios en investigación implementados durante la administración de Donald Trump.
“Las personas inteligentes, talentosas y competentes existen en todas partes. Deberíamos enfocarnos en liberar su potencial ofreciéndoles oportunidades”, insistió el laureado, para quien la ciencia es también un motor de equidad social.
Según contó, tenía solo 10 años cuando descubrió la química al elegir un libro al azar de la biblioteca de su escuela. “Me atrajeron unas imágenes incomprensibles y fascinantes: las estructuras moleculares”, recordó.
“Es un recorrido extraordinario y la ciencia te permite lograrlo. La ciencia es la mayor fuerza niveladora del mundo, al servicio de la igualdad de oportunidades”, afirmó.
Yaghi, quien inició su carrera en la Universidad Estatal de Arizona, señaló con orgullo: “Mi sueño era publicar al menos un artículo que fuese citado 100 veces. Hoy, mis estudiantes dicen que nuestro grupo ha acumulado más de 250 mil citas”.
Fue en esa institución donde su grupo logró extraer agua del aire desértico de Arizona. Actualmente trabaja en la Universidad de California en Berkeley, donde continúa desarrollando tecnologías para el aprovechamiento sustentable de recursos.
“La belleza de la química radica en que, si aprendes a controlar la materia a nivel atómico y molecular, el potencial es enorme. Hemos abierto una mina de oro, y el campo se ha desarrollado de forma espectacular”, concluyó Yaghi.
© Agence France-Presse