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Desde el inicio de las deliberaciones en el Pleno, las críticas se han centrado en la supuesta inexperiencia de algunos ministros electos, un fenómeno que se atribuye a un proceso de selección basado en intereses políticos y no en méritos. La comunicadora y analista Yolanda Barroso lamentó que la elección no se diera como se había planteado, sino a través de un “acordeón” que dejó fuera a perfiles con una sólida trayectoria en el Poder Judicial.
La reacción más severa provino del analista Alberto Razo, quien calificó la situación de forma contundente: “Estos ministros están de chiste”. Razo puso como ejemplo la existencia de videos que evidencian cómo personal de apoyo instruye a ministras sobre el sentido de su voto, y criticó la necesidad de un aparato burocrático inflado para compensar la falta de experiencia.
El consultor y analista Roberto Medina enfatizó que hay cargos donde “no se vale la curva de aprendizaje”, especialmente cuando la justicia y el patrimonio de los ciudadanos dependen de sus decisiones, comparando la situación a ser operado del corazón por un cirujano recién egresado. Por su parte, el creador de contenido Jorge Suárez lamentó que el cambio haya sido de la independencia a la “obediencia”, y que los nuevos representantes “no den ni siquiera la finta” de ser profesionales.
Contexto: Dispendio y el Peso del Aparato Burocrático
Un punto central de la crítica periodística de los analistas de la mesa fue es la contradicción entre el discurso de austeridad y el costo de la nueva integración. Pese a la promesa de ahorro, el presidente de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, ha requerido de una estructura de apoyo considerablemente mayor a la de sus antecesores.
Yolanda Barroso detalló que, “aunque se negó tener 105 asesores, se identificaron figuras como ocho secretarios, 12 secretarios auxiliares y 39 personas de apoyo operativo para una ponencia, así como un coordinador, 12 secretarios de estudio y cinco secretarios auxiliares en la coordinación de Dictaminación”.
El contraste es notable con los seis asesores que se adjudicaban a la presidenta anterior. Alberto Razo señaló la ironía, al indicar que el nuevo presidente “necesita 100 asesores” frente a la experiencia pasada. El analista Roberto Medina ironizó sobre la creación de “empleos bien pagados”, apuntando a que la necesidad de asesores responde a la colocación de cuotas políticas más que a una genuina necesidad técnica.
Aunque el presidente anunció que se recortarían los asesores de 106 a 40, este número sigue siendo exponencialmente mayor a los seis previos, consolidando la percepción de un gasto excesivo.
Proyección Futura: La Justicia en Juego
La nueva SCJN enfrenta el reto inmediato de recuperar la confianza y legitimidad erosionadas. Los analistas coinciden en que la justicia que administra este órgano es de “vida o muerte”, y su colapso pone en riesgo los derechos y el patrimonio de los mexicanos.
El escenario futuro dependerá de si la nueva integración logra demostrar con fallos y transparencia que la balanza de la justicia se inclina hacia la carrera judicial y el profesionalismo, o si, por el contrario, la Corte se consolida como un mero instrumento político. La duda principal es si esta institución, crucial para el equilibrio democrático, podrá superar la narrativa de ser un “chiste que nos siguen contando” y restaurar su independencia ante un poder ejecutivo que, según los comentarios, ha buscado sustituirla por la obediencia.