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A sus 84 años y medio, el actor tapatío Marco Aurelio Hernández sigue demostrando que la pasión por las artes escénicas no conoce edad. En la más reciente emisión de Al Aire Las Canas, transmitido por Jalisco TV y conducido por Alejandro Díaz Romo, Hernández compartió con la audiencia su experiencia de vida, su disciplina férrea y su amor inquebrantable por el teatro, cine, televisión y radio.
El programa, dedicado a destacar la trayectoria de personajes cuya experiencia ofrece perspectivas inspiradoras, permitió conocer la filosofía de Hernández, forjada desde su breve paso por el seminario:
“La disciplina [es] más importante: estar a tiempo, estar atentos a todo”, expresó el actor, recordando que esta virtud ha sido la base de su carrera y de su vida personal.
Desde niño, Hernández sintió el llamado de la escena, una vocación que se consolidó en los años 60 cuando ingresó a clases de actuación con la certeza de que algún día formaría parte del Teatro Experimental de Jalisco: “Algún día yo tendré que hacer teatro aquí”, confesó durante la charla.
El actor destacó además la magia del teatro frente al cine, valorando la inmediatez del contacto con el público:
“El teatro lo gozas más porque en este momento tienes la reacción del público y en el cine pues estás ante la cámara nomás”. Sobre la vejez, ofreció una reflexión profunda sobre la importancia de vivir plenamente cada etapa: “La vida hay que vivirla, hay que gozarla, hay que ver quién soy física, moral, sexual, espiritualmente y tratar de vivir… de acuerdo a su idea”.
Aun frente al dolor por la pérdida de su esposa, Hernández manifestó su resiliencia y su entrega a los demás:
“Tengo más gente a quién darle más de mi vida que apachurrarme porque ya se murió mi señora… no es la realidad de la vida”.
Con un deseo inquebrantable de continuar en el escenario, el actor concluyó: “Espero que Dios me dé más vida para seguir haciendo teatro, que gracias a Dios me puedo mover y espero que aunque no me pueda mover que me lleven, pero sentarme en un escenario”.El testimonio de Marco Aurelio Hernández en Al Aire Las Canas es un recordatorio de que la pasión, la disciplina y el amor por el arte son atemporales. Su ejemplo inspira a vivir la vejez con plenitud, libertad y un compromiso activo con aquello que se ama.