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En el foro de Así Suena Jalisco, el ambiente se llenó de sonrisas, violines y voces jóvenes. El conductor Sergio Madrigal conversó con los integrantes del mariachi infantil Frijolitos Pintos, un proyecto formativo con casi veinte años de historia que ha impulsado el talento de decenas de niños y jóvenes en el estado.
El maestro Sergio Caratachea, fundador de la agrupación, recordó que todo comenzó dentro del programa BOCA (Bandas, Orquestas y Coros Académicos) de la Secretaría de Educación Jalisco.
“Yo daba clases de orquesta, y como siempre he trabajado con el mariachi, me sugirieron formar un taller. Pensé que arrancaríamos desde cero, pero ninguno de mis alumnos quiso irse: todos se quedaron, y así nació el mariachi”, contó entre risas.
Desde entonces, generaciones de niñas, niños y adolescentes han pasado por las filas de los Frijolitos Pintos, aprendiendo mucho más que notas musicales.
“La actitud es lo primero, dice Caratachea, porque en el mariachi todos tienen un papel protagónico. Aquí no solo formamos músicos, sino también el carácter de los jóvenes”.
Su hijo, Diego Caratachea, quien comenzó como alumno a los 16 años y hoy es maestro, explicó que la enseñanza se adapta a cada etapa del aprendizaje.
“Yo recibo a los alumnos cuando no tienen contacto con el instrumento. Después de un proceso de formación, pasan con mi papá para integrarse al ensamble. Es un trabajo de mucha paciencia, pero también de mucha pasión”.
Junto a ellos participaron dos jóvenes violinistas del grupo, Marisol e Isabel Valderrama, quienes compartieron su experiencia de tocar y cantar dentro del mariachi. “Lo más difícil al principio fue aprender las pisadas y cómo sujetar la vara”, dijo Marisol, mientras Isabel añadió que lo que más disfruta es cantar:
“Me llena de satisfacción cuando todos estamos conectados y logramos un buen trabajo en equipo”.
Las alumnas son conscientes del valor de lo que hacen. “Sabemos que el mariachi nos representa como país. Nos hace sentir orgullosas de ser mexicanas”, expresaron con entusiasmo.
El maestro Caratachea subraya que el proyecto depende directamente de la Secretaría de Educación y que sigue abierto a nuevos talentos. Quienes deseen integrarse pueden hacerlo a través de la página de Facebook del programa BOCA Jalisco, donde se ofrecen clases de mariachi, orquesta, coro y otros ensambles musicales.
Más allá de los escenarios, los Frijolitos Pintos han demostrado que el mariachi no solo se hereda: también se enseña con disciplina, alegría y amor por la música mexicana. En cada nota, estos niños hacen resonar el futuro del género que mejor define la identidad de Jalisco.
