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Estados Unidos señaló este miércoles que quiere inversión de Corea del Sur, mientras el país asiático envió un avión para repatriar a cientos de trabajadores surcoreanos arrestados en una redada de inmigración que conmocionó a este aliado de Washington.
Trabajadores surcoreanos conformaron la mayoría de las 475 personas arrestadas la semana pasada en una planta de baterías Hyundai-LG en construcción en el estado de Georgia, según agentes de inmigración.
La operación fue la redada en un solo sitio más grande realizada bajo la campaña antimigración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según un agente investigador.
El ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Cho Hyun, voló a Washington, donde el secretario de Estado, Marco Rubio, lo recibió a puertas cerradas y emitió un comunicado saludando la resistencia de la alianza con el Seul.
Rubio dijo que Estados Unidos “da la bienvenida a la inversión de la República de Corea (nombre por el que es oficialmente conocido el país) a Estados Unidos y expresó su interés en profundizar la cooperación en este frente“, señaló el portavoz del Departamento de Estado Tommy Pigott.
Cho calificó la detención masiva de surcoreanos como una “situación grave” y se comprometió a garantizar el regreso rápido de los trabajadores a su país “en buen estado de salud”.
Antes de partir, Cho dijo a los parlamentarios surcoreanos que se había llegado a un “acuerdo tentativo” con las autoridades estadounidenses para garantizar que los trabajadores detenidos no enfrenten sanciones, como una prohibición de reingreso de cinco años.
Con capacidad para más de 350 pasajeros, un Boeing 747-8I de Korean Air salió de Seúl el miércoles, informó un representante de la compañía a AFP.
Si bien no se ha dado una hora oficial para el vuelo de regreso, los funcionarios surcoreanos indicaron el miércoles que se retrasó “debido a circunstancias del lado estadounidense”, sin dar detalles.
“Estamos en consultas cercanas con las autoridades estadounidenses para asegurar la salida lo antes posible“, sostuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Además de ser un aliado clave de seguridad de Estados Unidos, Corea del Sur es la cuarta economía más grande de Asia y un importante fabricante de automóviles y productos electrónicos, y sus empresas tienen múltiples plantas en Estados Unidos.
© Agence France-Presse