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Los funerales privados del modista italiano Giorgio Armani, que falleció el jueves a los 91 años, tuvieron lugar este lunes en un pintoresco pueblo del norte de Italia, donde creció el gigante de la moda.
Algunos curiosos se acercaron al lugar de la ceremonia, en el pueblo de Rivalta, para ver pasar el coche fúnebre.
“Me emociona mucho que su vida, que fue tan importante para todos, termine aquí, donde todo empezó, en el pueblo que tanto amaba. Me gusta recordarlo así, que permanezca aquí con nosotros”, declaró a AFP Romina Bozza, de 55 años.
El acceso a la ceremonia, sin embargo, estaba reservado a invitados selectos, familiares y amigos íntimos, entre los que se encontraban su sobrino Andrea Camerana y Pantaleo Dell’Orco, mano derecha y compañero del diseñador.
Giorgio Armani, dueño de un imperio de lujo valorado en miles de millones de euros, quería un funeral estrictamente privado.
La ceremonia del lunes tuvo lugar en la iglesia de San Martino de Rivalta, situado al sur de Milán y donde el gigante de la moda pasó una parte de su infancia.
Sus restos mortales serán enterrados en la capilla familiar de esta localidad, donde ya descansan su madre María, su padre Ugo y su hermano Sergio, según los medios locales. El Corriere della Sera indicó que será incinerado y que sus cenizas serán enterradas el miércoles.
El grupo Armani cerró el lunes sus tiendas a partir de las 15:00 en señal de luto. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, también decretó un día de luto en la capital económica italiana el lunes, al igual que la alcaldesa de Piacenza, Katia Tarasconi.
A lo largo del fin de semana, cerca de 15 mil personas se despidieron del modista italiano en la capilla ardiente abierta en la sede del grupo en Milán, informó uno de sus portavoces a AFP.
El diseñador nació en 1934 en Piacenza, a unos kilómetros de Rivalta, en el seno de una familia modesta de origen armenio.
Aunque desarrolló la mayor parte de su carrera en Milán, iba con frecuencia a Rivalta, donde el restaurante local, la “Antica Locanda del Falco”, guardaba gratos recuerdos de sus visitas, entre ellas las de degustar su pasta tortelli.
Su propietaria, Sabrina, rindió homenaje al modista en una publicación de Instagram, donde describió lo calificó de “extraordinario creador de belleza”.
© Agence France-Presse